Observar y transmitir los cambios significativos que se visualizan en un lugar, sector, distrito, vecindad, barrio o zona, ayuda a descubrir la verdad, ocultarla es un acto de complicidad. Los cambios trascendentales son perceptibles por cualquier ciudadano que tiene la obligación de hacer conocer esas modificaciones para mantener la paz y tranquilidad social.
Muchas veces se advierten de anormalidades que se suscitan a diario en nuestro entorno, y en distintas áreas territoriales, aquellas que son distinguidas con meridiana claridad, es así que se logra descubrir irregularidades.
Las acciones perceptibles fuera de la rutina legal, diaria, generalmente se direccionan hacia actos ilegales perfeccionados, entre estos podemos nombrar muchas formas de identificar ilícitos, por ejemplo; ver vehículos sin ninguna referencia de registro ni control, placas de control ocultas o desgastadas intencionalmente, ventanas cubiertas o polarizadas sin autorización, motorizados repletos de mercaderia escondida o cubierta, conductores inpacientes, personas extrañas, motocicletas conducidas por individuos sospechosos que llevan macutos, mochilas, trasladándose de un punto a otro con rutas indistintas, los mismos cambian caracteristicas del vehículo originalmente adquirido para no ser reconocidos en la persecución ha ciudadanos o familias, movimientos vehículares consecutivos que transportan cargas con rumbo desconocido en horarios no habituales por rutas sin control, regulación, señalización ni pavimento.
Personas naturales, jurídicas, propietarios que con labores cotidianas y trabajos de salario medio, rapidamente obtienen ingresos y ganancias que se traducen en fuertes cantidades de dinero ilegítimo e ilícito para realizar inversiones para limpiar el dinero ilegal.
Edificaciones de valor elevado, solventadas en muy poco tiempo, adquisición de varios inmuebles o vehículos en la utilización anteriormente mencionada, ocupación de una parte del bien inmueble, cambio de propietarios sin documentación idónea, extranjeros en el lugar, uso momentáneo del bien, transferencias contínuas, estas y otras muestras claras dan luces de que
el propietario del bien inmueble está inmerso en actos ilegales;
narcotráfico, trata y tráfico de personas, corrupción pública y otros.
Desde hace años la rutina del vivir bien de muchos vecinos ha cambiado, la afectación en daño moral, psicológico, económico al ser humano individual o colectivo ha sido gigantezco.
Permitir irregularidades es ser cómplice del delito, si el entorno está contaminado no se debe esperar que las ilegalidades permanezcan.
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